Existieron (y aún existen) estas dos marcas de caramelos que marcaron nuestras primeras caries de niños ochentas. Nos referimos a los caramelos Sugus, con el simpático negrito, en muchísimos gustos. Los que más me gustaban eran los sabores clásicos, salvo el de durazno, que se me asemejaba a pizza más que a durazno. Los gustos tradicionales zafaban, tales como naranja, ananá, limón, frutilla...
Luego, otro clásico caramelo, pero duro; se trataba del 1/2 Hora, tal su nombre, porque duraba ese tiempo en nuestras bocas. Era fuerte, en diferentes gustos también. Mucha gente los metía dentro del té hirviendo.
En fin. Estos caramelos formaron parte de nuestra niñez ochentas. Siguen aún. Pero los de ahora, de seguro, no tienen ese gustito especial del kiosco de Don Lito. ¿¿¿Cuál es el que te gustaba a vos???
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